Estamos en temporada de premios y se nota. Acaban de darse a conocer los ganadores de los prestigiosos The Stage Awards (20 de enero de 2025) al teatro británico.
The Stage es una conocida revista semanal que cubre las noticias de los profesores del teatro británico. Fundada en 1880 en Londres por Charles Lionel Carson. The Stage tiene presencia en papel y online, pero el acceso a su contenido es mediante suscripción. Puedes leer un artículo al mes sin suscribirte. Incluye reseñas de obras en los distintos teatros del West End y del resto del Reino Unido, anuncios de futuras producciones, ofertas laborales en el campo de las artes escénicas, etc. Desde 2010 entrega los The Stage Awards a profesionales del teatro británico que hayan destacado en la temporada anterior por sus logros tanto en el Reino Unido como en el ámbito internacional.
Puedes ver la lista de nominados de este año aquí y aquí la lista definitiva de ganadores. Rob Madge y Ellie-May Sheridan anunciaron sus nombres en un acto celebrado en la Royal Opera House de Londres.
Entre ellos hemos de destacar el premio a James Graham, escritor que ha obtenido recientes celebrados éxitos con obras como Dear England, sobre la carta abierta que el anterior seleccionador de la selección inglesa de fútbol, Gareth Southgate (interpretado por Joseph Fiennes quien recibió una nominación al Olivier del pasado año por su trabajo) escribió a la nación y cuya versión teatral rompió récords de asistencia de todo un nuevo sector del público que, atraído por la temática futbolística, pisaba por primera vez un teatro (y salía encantado), o Punch. Ambas volverán a presentarse en escena esta temporada primavera-verano: Dear England en el National Theatre y Punch en el Young Vic.
La ceremonia de entrega de premios se celebrará, como todos los años, el último viernes de enero en el teatro Drury Lane, uno de los más antiguos y mejor valorados del West End londinense, padre de todos los teatros y todo un desafío para quienes temen a las alturas. Si vas a la entrega de premios, no escojas un asiento arriba: volverás corriendo (o cayendo en picado) a la taquilla a cambiar tu billete como hace la gran mayoría. ¡Es puro vértigo!
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